Escuela de Negocios EENI Business School

Programa de la asignatura EENI

Cristianismo: Sermón de la Montaña. Regla de oro

Compartir por Twitter

Fundamento ética cristiana (Sermón de la Montaña) Jesús habla de paz, justicia

  1. El Sermón de la Montaña como fundamento de la ética cristiana
  2. La regla de oro cristiana
  3. La influencia del Sermón de la Montaña en León Tolstói, Martin Luther King y el Mahatma Gandhi

Ejemplo:
Cristianismo Regla de oro

Estudiante Online (Máster / Maestría. Comercio Exterior Negocios Internacionales)

Religiones y Negocios Internacionales

«Oísteis que fue dicho a los antiguos: no matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio».

El Sermón de la Montaña, al igual que los Diez Mandamientos, es crucial para entender el Cristianismo, está en el Evangelio según San Mateo. En este sermón encontramos el Padre Nuestro o la regla de oro de Jesús.

Es interesante señalar la enorme similitud con las enseñanzas de Buda («La lámpara del cuerpo es el ojo»).

Como podemos ver Jesús habla de paz, de misericordia, de justicia...

«Bienaventurados los pacíficos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los bienaventurados, los pacificadores...»

Estas palabras iniciales son conmovedoras: pacificadores, justicia, misericordiosos, mansos, los que lloran... A todos ellos se dirige Jesús. A continuación, Jesús explica que ha venido a hacer cumplir la ley y que no invalida las leyes anteriores. Jesús pide que todos busquen la justicia:

«No penséis que he venido para derogar la ley o los profetas; no he venido para invalidar, sino para cumplir».

Negocios Ahimsa (no violencia en los negocios internacionales)

Jesús nos explica uno de los principios fundamentales del cristianismo: No matarás, el quinto mandamiento, un concepto de no violencia (Ahimsa). Además, nos dice que el que viole este mandamiento, deberá ser juzgado.

A continuación Jesús nos explica uno de sus mensajes más bellos y pacifistas. La ley del «ojo por ojo», es cambiada por el amor al enemigo. Realmente para muchísima gente es difícil de aceptar y poner en práctica este principio fundamental cristiano.

«No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra

Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen... para que seáis hijos de vuestro Padre, que hace salir su sol sobre malos y buenos y que hace llover sobre justos e injustos».

En los diez mandamientos nos hay ninguno que nos hable sobre la caridad. En el islam (el Zakat es uno de los cinco pilares), en el hinduismo, en el sijismo o en el jainismo encontramos la caridad como un eje central de sus doctrinas. Pero en este bello sermón, si que Jesús nos habla de la limosna y además nos dice que lo hagamos de forma anónima y desinteresada, si no seríamos hipócritas.

«Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres... Cuando des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti».

La necesidad del Desapego a lo material, tan desarrollada en las religiones asiáticas, tampoco forma parte de los diez mandamientos, pero Jesús nos dice claramente, que debemos evitar las posesiones terrenales, que son fuentes de problemas. Lo que realmente nos debe preocupar es nuestro interior, no las cosas que poseamos.

«No os hagáis tesoros en la tierra... Donde ladrones minan y hurtan; si no haceos tesoros en el cielo».

Hay una reflexión de Jesús sobre las aves («¿No valéis vosotros mucho más que ellas?») que puede dar lugar a malentendidos y junto con el famoso pasaje del Génesis, pueden dar lugar a mal interpretaciones, sobre la necesidad de que el hombre someta a todas las especies de la Tierra. Hay cristianos que lo interpretan de forma literal y hay otros que no. En todo caso, este principio va radicalmente en contra del principio de la no violencia cuya máxima expresión lo encontramos en el Ahimsa jainista.

Jesús nos habla también de que la naturaleza por si misma se desarrolla, no necesita de la intervención humana, un principio totalmente de acuerdo con los taoístas (Principio Wu Wei).

Jesús nos dice que no debemos juzgar a los demás, si lo hacemos nos podrán juzgar a nosotros, primero debemos ser capaces de juzgarnos a nosotros mismos. Este principio coincide también con el Taoísmo y el confucianismo.

«Qué tu propio mundo sea tu criterio para juzgar al de los demás» Tao XLIV

En el Sermón de la montaña encontramos la regla de oro universal aplicada al cristianismo explicada en versión positiva:

«... Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.»

Cómo se ha analizado en la asignatura sobre el confucianismo, seguramente Confucio fue el primero en formular la regla de oro, uno de los principios de la ética global.

Armonía entre las religiones y negocios (Sri Ramakrishna, hinduismo)

El Sermón de la Montaña ha influido en numerosos personajes del mundo como León Tolstói (en el libro «El reino de Dios está en vosotros»), Martin Luther King o el Mahatma Gandhi.

«Cuando leí el Sermón de la Montaña, empecé a entender las enseñanzas del cristianismo... Me enamoré de Jesús, comprendí que el cristianismo todavía está naciendo, solo hay Cristianismo donde uno acepta un ilimitado amor hacia la humanidad... Mientras haya una sola persona que pase hambre en el mundo, Cristo todavía no ha nacido.» Mahatma Gandhi.

Negocios con Ética. Civilización Occidental - Europea.

Instituto Gita-Ramakrishna


(c) EENI Global Business School (1995-2024)
No usamos cookies
Inicio de página

El Conocimiento lleva a la unidad, la ignorancia a la diversidad